Seguro del auto

Como mencionamos anteriormente, la cobertura de responsabilidad civil es una de las coberturas más generales que existe. Por lo general, se subdivide en dos: cobertura de responsabilidad civil por lesiones corporales y responsabilidad civil por daños a la propiedad.

Con esto, no tendrás que pagar de tu bolsillo por los daños y lesiones de los que eres responsable en un accidente automovilístico. Es por esto que la cobertura de responsabilidad civil es, como mínimo, un requisito legal en la mayoría de los estados de los Estados Unidos.

Generalmente, en caso de un accidente automovilístico cuya responsabilidad recae en un tercero, el seguro de la otra parte responderá por la responsabilidad civil.

Sin embargo, si la otra persona no posee una póliza de seguro, no conseguirás nada a menos que inicies una demanda. Para estos casos, un plan de seguros contra automovilistas sin seguro te asegurará que recibas algún tipo de compensación monetaria, aún si la otra parte no cuenta con seguro alguno.

En caso de que la otra parte cuente con una póliza de seguros, pero ésta resulta insuficiente para cubrir los daños ocasionados, un seguro contra un automovilista sub-asegurado asegurará que recibas el monto total necesario para cubrir tus reparaciones o gastos.

El seguro de brecha es una póliza para aquellos cuya preocupación radica en si la compensación que recibirán será suficiente para cubrir el costo total de su auto en financiación. En caso de robo o destrucción total de tu vehículo, esta póliza cubrirá lo que todavía debes en la financiación del auto.

Este es un tipo específico de póliza diseñada para autos vintage o clásicos que poseen un gran valor en el mercado. Estos vehículos suelen tener necesidades específicas que los seguros tradicionales no cubren.

También mencionado previamente, este tipo de cobertura te asegura contra los daños ocasionados por incidentes de colisión, sea con otro vehículo, con un obstáculo en el camino, u otras cosas como baches en la carretera.

Como lo indica su nombre, este tipo de póliza cubre muchas instancias, desde las más comunes, como colisiones y lesiones, hasta aquellas en las que no hay otro vehículo presente, tales como los incidentes relacionados con el clima, animales, o incluso vandalismo. Esta póliza puede combinarse con el seguro por colisión para formar lo que comúnmente se conoce como “cobertura completa o contra todo riesgo”.

Este tipo de póliza suele ser una extensión de la cobertura integral. Te asegura contra todos los gastos incurridos en caso de que necesites acarreo del auto por alguna emergencia.

Pasado el siniestro puede ser difícil movilizarse, en especial si el auto tuvo destrucción total o fue robado. Esta póliza permite el reintegro por los costos de alquiler de otro vehículo.

La póliza de gastos médicos cubre el tratamiento por los daños sufridos a causa de un incidente automovilístico, independientemente de quién haya sido culpable.

Esta póliza tiene algunas similitudes con la anterior dado que también cubre algunos, o todos, los gastos médicos. Sin embargo, a diferencia de la anterior, ésta también cubre toda pérdida de ingresos que pudiera surgir a causa del accidente.